Qué, Por qué bailo?
Bailo porque mi raza me lo exige. Bailo porque es mi pacto sagrado con mi patria. Bailo porque en cada movimiento esta mi esencia de lo que es la mujer puertorriqueña. La expresión más auténtica de un pueblo está en su danza y en su música. Yo confieso-“Ofréceme un baile y me ofrecerás una nación”. A través de mi danza se manifiesta corporalmente y creativamente la historia de mi pueblo. Mi danza habla el lenguaje corporal de mis ancestros. Voy danzando desde tiempos lejanos hasta el presente. Soy cadencia africana, naturaleza taina y vestigio español. Me muevo entre el tótem, el ole, y el candombe. Alicia Alonso, la gran bailaría cubana exclama, “Hay una diferencia cuando estás bailando con la música que amas, cuando hay un encuentro entre la música y el bailarín que se fusionan en uno. Esas son la experiencias por las cuales vivimos”.
Bailar me libera algo en mí que de otra manera me ahogaría. Entonces, yo leí el libro “La bruja de Porta Bello” de Pablo Coelho y como él define el baile a través de su personaje Atenas y todo tuvo sentido para mi, “el baile te pone en contacto con algo más grande que tú ser…entonces me muevo sobre fuerzas misteriosas y poderosas…el baile tiene sus raíces en elementos sagrados.” Estoy comprometida con mi baile, porque me responde con trance y furia enloquecida. Mis pies golpean cada uno de mis pasos y mi mente juguetea con el movimiento. Mi cerebro está en mis pies, ellos son alas para volar. Yo siempre pienso - “Yo bailo tanto que mi alma se alborota demasiado y ya no pude parar”. Y sigo afirmando -”Cuando bailo por placer hasta mi alma se ríe”.
Atenas (La bruja de Porta Bello de Pablo Coelho) respondía al baile de esta manera, ”el baile es una forma de elevarme en el espacio para descubrir nuevas dimensiones mientras me mantengo en contacto con mi cuerpo. Cuando tú bailas, el mundo espiritual y el mundo real coexisten casi felices. Yo creo que las bailarinas de ballet clásico bailan en punta porque ellas están simultáneamente tocando la tierra y alcanzando el cielo”. Durante el baile el bailarín está rodeado de una alegría infinita en la cual el cerebro pierde todo control y el corazón toma el reino del cuerpo. Por eso Agnes De Miller afirmaba. "El cuerpo nunca miente”.
Martha Graham declaro “La danza es el lenguaje oculto del alma”. Un movimiento encierra mil palabras. La palabra define la mente del hombre, la danza define su corazón. El baile es la poesía del cuerpo. El baile es el arte poético corporal. Para bailar se necesitan dos cosas riqueza en el alma y pureza de los pies.
¿De dónde viene mi danza? Mi danza viene de lo más recóndito de mi alma. Para Isadora Ducan “la danza no es solo una transformación de una técnica sino también de un impulso vital profundo”. Mi danza viene del vasto universo. Ruth St. Denis dijo “Los Dioses han decidido que yo debo bailar y en una hora mística me moveré al ritmo inaudito de la orquesta cósmica del cielo, y tú conocerás el lenguaje de mis poemas sin palabras y vendrá a mí porque para eso es que bailo”. El sol, la luna, las estrellas, todos bailan una eternal danza que hasta a la Tierra se maravilla. Isadora Duncan explicó este concepto en esta famosa cita, “El baile—es el ritmo de todo lo que muere para volver a nacer otra vez, es el eterno amanecer del sol”. Todos lo que confían en sus bailes son como grandes montañas e inmensos mares. Maya Angelou contemplaba la danza de esta manera, “Todo en el Universo tiene ritmo. Todo danza”. Todo se mueve, y todo se mueve con ritmo. Y todo lo que se mueve crea un sonido. Una historia de la danza dice que el baile comenzó cuando el hombre tuvo la necesidad de moverse para imitar el sonido. De esta manera nació el baile y la danza como una unidad. (La bruja de Porta Bello de Pablo Coelho)
Dios da demasiado…por eso da el baile.
“Yo soy una con Dios.
Yo soy una con el baile.
Dios, baile…baile, Dios.
Por eso yo soy una unida
en los dos…
Yo soy baile!
Yo soy Dios!”
Isadora Duncan decía, “No, no puedo explicarte la danza; si pudiera decirte lo que quiere decir, no habría ninguna razón para bailarla”.
Y me pregunto, “¿Qué, por qué bailo?” Y la respuesta llega inmediatamente; “¡¿Por qué no?!”
“El bailarín del futuro será aquel cuyo cuerpo y alma hayan crecido tan armoniosamente juntos que el lenguaje natural del alma se habrá convertido en el movimiento del cuerpo humano. El bailarín no pertenecerá entonces a nación alguna sino a la humanidad”. --Isadora Duncan
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